La confusión de origen o confusión de la fuente ocurre cuando no recordamos de dónde obtuvimos una información, lo que origina que distorsionemos un recuerdo.

Esta señora en México apuñaló a su marido tras encontrar fotos suyas con otra mujer. En realidad, era ella misma, de joven.

Relacionado con el Sesgo de Confabulación, ocurre cuando al recuperar un recuerdo, no somos capaces de recordar, o confundimos la fuente del recuerdo.

Esto puede ocasionar que pensemos que una determinada idea es propia cuando nos ha llegado de forma externa, o que demos mas credibilidad a una información al creer que es de una fuente fiable cuando no tiene por qué ser así.

Este sesgo ocurre porque cuando guardamos un recuerdo no se memorizan todos los detalles, sino la información que nuestra mente (inconsciente) cree que podemos volver a necesitar en el futuro. Si no hacemos un esfuerzo por recordar la fuente, es muy posible que este detalle se pierda.

Ejemplos

Neiser y Harsh (1992) dieron a los participantes un cuestionario sobre la explosión del Challenger de 1986 en dos períodos de tiempo: 1) El día después del incidente y 2) Tres años después. Descubrieron que a menudo había grandes discrepancias entre la primera y la segunda descripción.

Por ejemplo, muchos informaron inicialmente que escucharon las noticias mientras estaban sentados en clase, pero luego dijeron que recuerdan haber visto las noticias en una transmisión de televisión. Si bien los participantes confiaban en sus informes, se hizo evidente que sus recuerdos de estos eventos cargados de emociones eran propensos a ser manipulados con el tiempo, y que los falsos recuerdos de los detalles se abren paso en la memoria.

+ Info

Misattribution of memory – Wikipedia (eng)